Es interesante ver lo diferente que es a las animaciones que estamos acostumbrados, que provienen de la escuela norteamericana, es un tanto más lenta y mucho más narrativa, con toda su tradición de cuentos; si te fijas la animación es mínima, son dibujos muy complejos que a penas se mueven, con un cutout muy simple o un paneo por todo el escenario. La sensación de que el tiempo transcurre es logrado a partir de la yuxtaposición de tomas, de encuadres abiertos a cerrados, y zoom a los gestos y acciones tan simbólicas.
Como bien dice en la introducción, esta historia no está basada en ningún hecho real, sin embargo a mí me resulta familiar, es una gran metáfora de cómo vive a una sociedad, cuyos habitantes temerosos y enajenados obedecen a sus gobernantes, quienes son avaros e incultos, alejados del arte, de la sensibilidad y el humanismo, y de cómo es viable que el arte se cuide y contagie a la mayoría, cambiando las condiciones de vida de toda una población. Como lo que hacemos en Marvin, difundir la música y el arte, que es la mejor manera de crear conciencia y un potencial de bienestar pacífico y concreto.
Hay muchísimas referencias a artistas del pasado, Arcimboldo, El Bosco, Miguel Ángel, Botticelli, Rafael, Ingres, De Chirico, Max Ernst, Magritte… por eso lo consideraría, a demás, un buen material académico y didáctico.
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